lunes, 18 de mayo de 2015

Carta... Ella y él


Y secó con su aliento las lágrimas que suavemente se deslizaban en sus mejillas… eran cual suave manantial…como fluye el río en la montaña… como crisálida con las alas abiertas al viento… como nube de terciopelo que da forma y se deshace con la brisa del mar… y lloró hasta agotar las lágrimas… y sus gemidos de dolor se incrustaron en las estrellas… no estaba sola… pero sí su corazón roto… pero sí su alma que añoraba…  y se fue quedando dormida, en esa lasitud que lastima… que enreda… que atrapa en los recuerdos…  ¡El quería verla sonreír!... Y se adhería a su tristeza… y tomaba un poca de la brisa del mar y le refrescaba su piel… susurraba un te amo en las caracolas y le incitaba a escuchar… ¡Pero nada le hacía sonreír!... sola, con el rostro sumergido en la melancolía vio pasar  los días envuelta en la añoranza y con la certeza de nunca más volver a amar… y él… a su lado, esperaba un día perderse en esa suave luz de sus ojitos bellos… cansados de tanto llorar… a la espera de un día verla llena de felicidad... Y se sumaron los días y los recuerdos fueron menos… y pasaron los meses y de nuevo el brillo de sus ojos opacó la luz de las estrellas... se envolvió en un suave suspiro  y retomó fuerzas y entereza de aquél que a su lado permanece quieto en espera del olvido… y tomó sus manos y se volvió sonrisa cantarina… y salió el sol en su mirar… y se puso un parche en el corazón… él… a su lado sonríe… y de la mano inician un nuevo caminar…


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